Los oligarcas rusos recuerdan sus orígenes y huyen de Rusia

Los oligarcas rusos recuerdan sus orígenes y huyen de Rusia

Los sitios web israelíes «Detalu» e «Israel Info» informaron, citando su propia fuente en la Administración de Aviación Civil, que otro oligarca ruso, Mikhail Prokhorov, había llegado a Israel.

Según el informe, el multimillonario Prokhorov llegó a Israel desde Suiza en un vuelo regular de El Al y puede ser que tiene la intención de obtener la ciudadanía israelí. De las biografías de Prokhorov, publicadas en fuentes, se deduce que el multimillonario es un judío halájico: su abuela materna, Anna Isaakovna Belkina, era judía.

En 2012, la publicación Izrus, asociada al partido ישראל ביתנו (“Israel Beytenu”), informó que Prokhorov abrió dos hospitales privados en Israel y prefiere ser tratado en nuestro país.

Bloomberg enumera a Prokhorov como la 148ª persona más rica del mundo, estimando su fortuna en 14.500 millones de dólares. Forbes estima la fortuna de un multimillonario con una cifra más modesta y lo ubica en el puesto 198 del clasificación mundial.

Tras la anexión de Crimea y la imposición de sanciones contra Rusia, el multimillonario vendió la mayor parte de sus activos y restringió sus actividades públicas, aunque anteriormente se autodenominaba «político» y participó en las elecciones presidenciales de 2012, quedando tercero tras Putin y Ziuganov, – como se creía, habiendo conseguido aprobación o incluso «tarea» del Kremlin.

Mientras la élite de Putin está preparando «aeródromos alternativos» para sí misma en el extranjero, el propio Putin y la propaganda del Kremlin están lavando el cerebro a los habitantes del imperio: «Soy un lak, soy un daguestán, soy un checheno, ingush, ruso, tártaro, judío , mordvino, osetio.” Por supuesto, ni Putin, ni Bortnikov, ni Shoigu, ni Kadyrov, ni Prokhorov, ni sus familiares irán a la guerra y no se encontrarán sin medios de subsistencia, para esto hay todo tipo de «rusos», a los que Putin inscribe Laks, chechenos, ingush, tártaros y otros pueblos esclavizados.

Корреспондент

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