Los Baskirios se preparan para la hora X

Primeramente, es necesario transmitir a todos que esta no es nuestra guerra. Nuestra guerra (no necesariamente su fase caliente) aún está por delante, y debemos abordarla preparados y movilizados. Es necesario realizar un trabajo explicativo entre los Baskirios y todos los habitantes de Baskortostán no solo sobre la distancia máxima de esta guerra, sino también sobre su completo sabotaje.

En segundo lugar, es necesario comprender que nuestro pueblo vuelve a ser utilizado como carne de cañón en los juegos y ambiciones personales de los tiranos.

¿Cuánto tiempo más necesita nuestro pueblo sacrificar la vida de nuestros hombres para darse cuenta de esto? 100 personas? 1000 personas? 10.000 personas?

Los tiranos no tienen piedad por nuestras vidas, sacrificarán a los 2 millones de Baskirios por el bien de sus objetivos. No sentirán pena por los 4 millones de habitantes de Baskortostán.

En tercer lugar, Putin finalmente ha cometido su error fatal. Finalmente, Akela falló y ahora su destino está decidido.

No importa si conquista a Ucrania o no, ya ha perdido, está condenado.

Tarde o temprano será demolido, y con él su imperio se derrumbará. Baskortostán y la nación política Baskiria tendrán una ventana de oportunidad que hemos estado esperando durante tanto tiempo y que no tenemos derecho a no aprovecharla. ¡Luchamos por nuestros derechos y facultades de manera más máxima posible!

Y en cuarto lugar, ¡necesitamos a todos en el futuro Baskortostán libre! Todos aquellos que no se hayan manchado en las más negras y lúgubres acciones contra su pueblo, serán tan necesitados por la república.

¡Por el bien de Baskortostán, olvidaremos todos los conflictos, todas las peleas e insultos, y nos ponemos a reconstruir nuestro propio estado!

Prepárense, que ahora nosotros, la nación política Baskiria de la República de Baskortostán, decidiremos nosotros mismos el destino de nuestra república, construiremos nosotros mismos su vida política y económica. ¡Esta es nuestra república y nadie, ni Moscú ni Putin, tiene derecho a decirnos cómo debemos vivir!