Economía de Tartaristán en caída libre

Economía de Tartaristán en caída libre

La propaganda oficial continúa tranquilizando a la población de Rusia, hablando del «efecto beneficioso de las sanciones, que ayudarán a modernizar la economía». Al mismo tiempo, incluso los medios progubernamentales de Tatarstán, la república más rica de la Federación Rusa, describen la situación real.

Esta semana, las fábricas de automóviles en Rusia se pusieron de pie. El 3 de marzo, Sollers Ford anunció la suspensión de labores en Yelabuga, explicando la medida por decisión de Ford Motor Company. En total, al 3 de marzo, solo el 55% de la capacidad de producción de turismos y vehículos comerciales ligeros (LCV) continuaba operando en Rusia.

Por lo tanto, la industria automotriz rusa resultó paralizada, y la pregunta principal para Tatarstán es si el transportador de KAMAZ, la empresa más grande no solo en Tatarstán, sino también en toda Rusia, ahora será objeto de sanciones. Su socio a largo plazo, el alemán Daimler, ya ha anunciado una ruptura en las relaciones, incluida la negativa a suministrar componentes.

La dirección de KAMAZ informa que los presupuestos de la empresa se están recortando desde el 50% al 90% en todas las actividades posibles: desde publicidad hasta viajes de negocios

La producción local de Mercedes-Benz en Tartaristán ya se ha suspendido. Los inversores occidentales están huyendo en masa del Polígono Industrial de Kama, acercándose al colapso de todo un sector de la economía.

La industria automovilística es solo uno de los problemas a los que se ha enfrentado Tartaristán como consecuencia de las sanciones contra la invasión rusa de Ucrania. El Banco Central de Rusia elevó la tasa de interés al 20% anual. Los empresarios se quejan de que tendrán que cerrar el negocio, pagar esos intereses a la tasa de rendimiento actual es el camino recto a la ruina.

En todas las industrias, a partir del 5 de marzo se presentó una interrupción en el suministro de materias primas importadas, componentes, repuestos, equipos y más. La economía de Tatarstán se está moviendo rápidamente hacia el colapso. Mientras tanto, la población espera incremento de la inflación y desempleo.

Корреспондент

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